Despedida


Todas las despedidas son tristes normalmente, pero el cuatro se termina y dejare el camino de blogger e influencia a un lado porque seamos sinceros se me da fatal, sobre todo el hacer fotos a las cosas. No es lo mío la verdad.

En el último día de clase de la asignatura cocinamos todos algún plato histórico de cocineros antiguos como Juan de la mata del que Alba y yo hemos adaptado la receta para nuestras fantásticas mermeladas caseras.


Una lleva azúcar y otra no, pero ambas están igual de buenas.

Para la mermelada de frutos rojos:

Ingredientes:
  • Una bolsa de frutos rojos congelada
  • 150 g de azúcar blanco
  • 150 ml de agua

Preparación:

Ponemos en un cazo todos los ingredientes y dejamos cocer unos 30 minutos. Cuando haya pasado el tiempo lo retiramos del fuego, si no os gusta encontraros con trozos de fruta o pepitas este es el momento de que lo retiréis.

Ahora guardamos la mermelada en un tarro de cristal, cerramos y lo ponemos al baño maría durante otros 30 minutos.

Sacamos el bote y guardamos nuestra mermelada hasta que queramos darle uso.

Para la mermelada de naranja:

Ingredientes:
  • 1 kg de naranjas (6 aproximadamente)
  • 1 vaso de zumo de limón
  • 4 sobrecitos de stevia o edulcorante
  • Zumo de naranja o agua.

Preparación:

Primero pelamos todas las naranjas reservando solo un poco de cascara de una de ellas. Cortamos las naranjas en cuadrados y las echamos en un cazo hondo. Con la ralladura que hemos reservado la cortamos en tiras, unas tres o cuatro, no muchas que sino queda muy amarga. Dejamos cocer aproximadamente 40 minutos.

Cuando haya pasado el tiempo echamos el vaso de zumo de limón y la stevia o edulcorante, removemos durante 10 minutos.

Depende de la consistencia que nos queda ahora, que en nuestro caso fue bastante espesa, echamos un vaso de zumo de naranja o agua si no tenéis, pero creedme que el sabor esta mucho mejor si le ponemos el zumo de naranja.

Finalmente lo metéis en un tarro de cristal y lo cerráis, nosotras lo pusimos al baño Maria unos 30 minutos para que cogiera consistencia. Y listo.

Para las crepes:

Tenéis la receta en otro post el blog para que podáis hacerlas.



Como agua para chocolate


Si relacionamos cocina, cine, sentimientos y chocolate tenemos como resultado esta maravillosa película. Puede que sea un poco antigua y que las escenas no sean de la mejor calidad, pero los valores que trae de fondo son magníficos.

En el fondo en lo que más nos centramos en este blog es en cocina, bueno, más bien en cocinar postres que en otra cosa, pero cocina al fin de cuentas. En la película se da mucha importancia a la emoción que le pones en la cocina y como los platos salen gracias a ella.


A si que si tenéis un pequeño hueco estas navidades os recomiendo mucho que conozcáis la historia y que veáis la película. Os hará reír y llorar, vamos que vais a tener las emociones a flor de piel toda la película, pero merece mucho la pena.